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Claraboya

Sala de espera

Ella estaba sentada en una sala de espera de un hospital cualquiera, no importa el nombre, ni el lugar, probablemente la escena se repetía en cualquier otro hospital al mismo tiempo.

El corazón le empezó a latir más lentamente de lo habitual, podía distinguir a los pacientes de sus acompañantes por sus miradas, por su postura, aunque todos y cada uno de ellos emitía unas vibraciones densas, de tensión mal disimulada.

Faltaba aire, no existía ninguna apertura en la pequeña sala donde se encontraba inmersa que comunicará con el exterior, hasta el punto que sus otros sentidos empezaron a percibir el aire viciado que se respiraba.

La intimidad en aquellas cuatro paredes era inexistente, se puso a escribir con el único objetivo de aislarse y así aislar y respetar a los otros ocupantes de la sala.

Por un momento necesito sentirse diferente, distinta a los otros pacientes. Le costó controlar un sentimiento egoísta que empezó a formarse y que le repetía como para tranquilizarla que ella no pertenecía a ese lugar, estaba de paso, después de ese pensamiento no se atrevió a mirarles a los ojos, su primera impresión le había hecho ver que probablemente los otros.... no estaban de paso.

La puerta se abrió y al pasar oyó un quejido que provenía de detrás de una cortina, al principió era un simple quejido, después...... una cara, ya no era sólo un quejido, era una persona que sufría, quiso animarle pero no pudo, el silencio se lo impidió.

Al salir....., un sentimiento de alivio y de vergüenza le invadió, bajo la mirada de nuevo, pero ya nadie la observaba, tuvo que detenerse unos segundos para respirar, y dejo que el aire la recorriera, después empezó a andar y ya no se detuvo.

Brisa Urbana

3 comentarios

Brisa -

Anónimo,¿Creo que te has equivocado? No he borrado ningún comentario."Anónimo" es tan buen nombre como otro, y tus comentarios aceptados,(solo he tenido un comentario de un anónimo, puedes ser tú?, sigue estando) por eso aunque creo que se trata de un error, no borro el comentario.Saludos.

Anónimo -

MENUDA MIERDA DE CENSURA!!!
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Joaquin -

No son necesarios tantos sentimientos de culpabilidad. La Semana Santa ya ha pasado