Dulce despertar...
Hacía días que no podía escribir y escribir para mí se ha convertido es una especie de encuentro conmigo misma y de alguna manera con aquellas personas que me regalan un poco de su tiempo para escucharme, para acompañarme en mi proceso de vida aunque sea tímidamente, sin apenas emitir ningún sonido al entrar.
No sé a cuento de que que ha venido, pero me he puesto a pensar que en realidad en esto de los blogs a veces pasa como en aquello del día a día, en el que todos hablamos a la vez, quizás creyendo que lo que nosotros tenemos que comunicar es más importante que lo que los otros tienen que decir, sintiéndonos a veces un poco defraudados al darnos cuenta de que personas que para nosotros son importantes, en el mejor de los casos nos escuchan aunque no siempre nos comprendan y en el peor y más habitual, solo nos oyen, aquí en éste submundo echamos de menos que alguien nos lea o nos comente algo, pero si tenemos poco tiempo a ¿Que lo dedicamos en realidad? ¿A dar o a esperar recibir?Desarrollar nuestra escucha para los otros, no deja de ser una inversión, un canal que nos conecta directamente con nuestra conversación interior.
Es cierto que el tiempo con que contamos es limitado y hemos de ser selectivos, pero cada vez que nos permitimos regalar un poco de tiempo a otro para escuchar lo que tiene que decirnos, en realidad estamos conectando con nuestra propia escucha interior, aprendemos de nuestro propio silencio y creamos espacio para nuestros propios pensamientos y palabras, es como despertar con una sonrisa a nuestra propia realidad a través de las realidades de otros.
Brisa Urbana
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