Fruta Fresca
Una y otra vez miraba su color y belleza reposar entre las otras frutas de ese bosque urbano, convencida de que su sabor no podía hacer justicia a su apariencia, casi era como un pulso entre ella y yo, su frescura me tentaba igual que tientan los labios carnosos cuando te miran fijamente a la boca, me miraba roja de pasión deseando que la tomará entre mis manos y la comenzará a mordisquear sin previo aviso.
Yo le giraba la espalda piel con piel como si al no verla alejará de mí esa tentación que empezó en un susurro y que me gritaba enloquecida por el deseo que nuestra danza le había comenzado a provocar, colgada de un hilo de amor a cada lado balanceando nuestras bocas buscaban la fruta en un juego sin rival.
Brisa Urbana
Imagen de Ana Mª Aguilar, gracias Clo por descubrírmela
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