Diálogo interior
Podría decir aquello de "A veces oigo voces" intuyo que alguien más se podría sentir identificado con esa expresión y es que el interior de nuestra cabeza, al menos de la mía, se convierte en el centro de reunión de una especie de gallinero, sin orden ni concierto, donde todos los pensamientos cacarean a la vez en un canto ilegible de limitantes órdenes, al acecho, esperando saltar en el momento menos oportuno. Eso a veces me genera un poco de tensión, sobre todo ahora que las tengo clasificadas, por tamaño, color, peso, tono, imagen, sonido e intención.
Así que he pensado enseñarles técnicas de comunicación a mis gallinas, a ver si funciona y al menos ya que seguramente seguirán diciendo la suya, lo harán de una manera menos invasiva y es que, eso de que boicotearme desde mi propio interior empieza a cansarme.
Buscar un poco de calma para nuestra mente es un regalo que nos hacemos, hoy he pensado buscar un rincón muy grande de calma, una experiencia desde mi mirada, que ofrezco a la tuya. Para así respirar esa luz del final de una tarde, de hace algún tiempo, que hoy recupero como si pudiera lograr la magia de su belleza.
Brisa Urbana
Imagén: Brisa Urbana
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