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Claraboya

Destellos rojos

Destellos rojos

A veces la pasión no es suficiente, no lo es la belleza del paisaje, ni el sonido del agua que lo recorre, ni siquiera lo son las buenas intenciones, a veces, decir a veces, es una forma de no comprometerse, de no implicarse, de dejar que la ambigüedad, lastime con su maleza, el jardín que tanto nos ha costado hacer crecer, por eso hoy he decidido quemar sus rastrojos y empezar a caminar a través de un nuevo lenguaje.

Hojas verdes que nos ayudan a respirar, pero que necesitan un toque de color, para romper la monotonía cadente de su perfección, con otra perfección de destellos rojos, esa flor puede que naciera ahí solo para que yo la viera, a través del detalle de otros ojos, que la descubrieron primero y que sabían que lo único que se necesita para pasar, de un laberinto sinuoso, a un sendero de texturas suaves y fáciles de recorrer, es un puente.

Alguien proyectó el puente, por el que sencillamente he de empezar a cruzar, tan sencillo como ponerme en movimiento y atravesar un pequeño espacio de tiempo, para encontrarme en el lugar que anhelo, con todos sus matices.

Brisa Urbana

Foto: Un regalo de Kali. Gracias.

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