Sólo piel

Hoy es uno de esos días, en los que el aire brota gris, abrupto, denso y el silencio rompe con su eco cualquier intento de comunicación. Mi mirada vaga en el frío gélido del asfalto, nada recuerda que es primavera, nada invita a quedarse, ni a irse. Indiferencia. Sólo mi piel mantiene la temperatura y la cadencia.

 

Siento el susurro de una mirada en la nuca, la reconozco, mientras respondo a su invitación dándome la vuelta, dejádome llevar por la dulce tentación de su sonrisa que me toma y comienza a bailar suavemente al ritmo de mi boca.

 

Solo quiero dejarme llevar por sus manos, dejo de pensar, ningún latido se desperdicia en mi corazón, cada uno armoniza con el siguiente, empiezo a sentir una oleada de caricias desordenadas en mi piel, envolviéndome. Me abandono a ellas. Solo soy piel, bendita piel.

Al otro lado, un espejo de mar, dos siluetas, una sola alma o tal vez dos, mientras espero.

 

Brisa Urbana

Imagen: Michele Inessa