Transparencia

Hoy quiero invitarte a sentir esa palabra en toda su intensidad, la sensualidad que guarda entre sus letras, los tejidos que la pueden componer, la delicada piel que pueden llegar a cubrir, sus formas y hasta porque no, el paisaje que el vino de una copa puede ofrecerte, con solo que seas capaz de levantar la mirada y mirar a través suyo o tal vez prefieras imaginar los labios que minutos después la besarán.

Así que voy a animarme a sugerirte, que te dejes seducir por el extraño hechizo que una simple palabra puede producir en ti, en función sobre todo, de como la interpretas. Como puede acelerar o relajar el ritmo incluso de tu respiración, en base a las imágenes que hayan surgido a partir de la misma.

Eso tal vez implica que las palabras tienen vida propia, tanto las que tú pronuncias, las que sientes, las que escuchas, las que lees, las que imaginas.... Y si tomamos conciencia de ello, estamos tomando conciencia de la magia que guardan en su interior y de como pueden llegar a transmutarnos.

Puede que sentirnos un poco mejor sea algo tan simple como escuchar lo que nos sienta bien, descubrir qué o quién produce en nosotr@s ese estado agradable que tanto nos gusta sentir y rodearnos de pensamientos, palabras, imágenes, personas, que de alguna manera nos ayuden a conectar con lo mejor de nosotros mismos, puede parecer que eso sería crear una separación, pero lo cierto es que cuando nos sentimos bien, somos contagiosos, así que déjate contagiar.

 

Brisa Urbana

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