Miradas de Paz

El calor que se respira entra a la carrera y quema lentamente, siento algo que oprime en mi interior, como una lágrima que llora hacía adentro resbalando incontenible y en la que se va sumergiendo mi ser, primero siento y luego analizo porque lo siento.

Hace unos segundos pulsé el botón rojo del mando a distancia de mi televisor, es la hora de las noticias y el noticiero una vez más hace estragos en mi corazón y dan ganas de volver a pulsar para regresar a mí mundo tranquilo, con olor a vacaciones, de sal en la piel, de besos descuidados, de encuentros entre amigos, de familia reunida ante un pastel de cumpleaños, de sms en el móvil que me traen cachitos de otros a quienes quiero y que están fuera, de risas que pujan por salir contagiando a otras bocas. Pero algo retiene mi dedo ahora paralizado, no puedo, no puedo hacerlo y sigo como hipnotizada sin poder mover ni siquiera ese dedo.

Desde el otro lado de la pantalla una mirada de guerra, encontrada en la mía, pero perdida en un mundo que no reconoce, se lee la tristeza y el llanto seco, de alguien a quien le arrebataron de golpe todo eso que yo aún disfruto y por un momento le presto las mías húmedas y nuestras voces gritan en silencio la misma consigna sin distancia,  con toda la fuerza de dos corazones unidos ahora en una palabra y un mismo deseo, ¡¡ PAZ!! ¡¡PEACE!! ¡¡ PAU!! .

Con este post me uno a una especie de cadena por la paz, espontánea y libre, quizás invisible, sin links ni protagonistas, voces anónimas que creen  que el amor y la paz pueden sustituir al odío y la guerra en cualquier lugar, sin bandos. Gracias por la imagen Clo de Elisabeta Figus.

Petons, besos, beijos, kisses.

Brisa Urbana