Un cielo llamado mar
Hace algún tiempo leí una historia que para mí es un referente, sobre un muchacho que en una playa de cualquier lugar, se dedicaba día tras día, a devolver al mar, estrellas de mar que habían quedado varadas en la arena empujadas por la marea. Un día un escritor que le observaba silencioso mientras paseaba por esa playa desde hacía algún tiempo, le preguntó que importancia podía tener devolver al mar unas cuantas estrellas cuando la playa estaba llena de cientos de ellas. El muchacho se agachó y tomando una en sus manos la lanzó al mar mientras decía "para ésta sí que tiene importancia" desde ese día el escritor acompañaba al muchacho siempre que podía y juntos devolvían estrellas al mar.
Hace no mucho he conocido a alguien que hace literalmente eso, salvar estrellas de mar, no solo estrellas claro, salva a muchas otras especies, él y otros como él, dedican parte de su tiempo a que en nuestro mundo puedan existir dos cielos, uno que ilumina nuestras noches con puntos de luz y que nos ayuda a soñar si levantamos la mirada hacía arriba, que nos llena de esperanza si pensamos en la grandeza de ese universo al que pertenecemos. Otro ese cielo también azul lleno de agua, en el que de niños soñabamos que habitaban las sirenas y los dioses del mar y en el que aún hoy perdemos nuestra mirada cuando necesitamos reencontrarnos con la serenidad de nuestro ser.
Muchas veces no sabemos hasta donde alcanza un acto que para nosotros puede parecer simbólico, como una sonrisa de acogida a alguien, como una mirada de cariño, como escuchar a un amigo, como mandar un mail, como hacer una llamada, como ser los primeros en disculparnos, como decirle a alguien "Te quiero" como devolver una estrella al mar o como enviar en una imagen un trozo de cielo a alguien, por que de alguna manera estamos construyendo un cielo en miniatura y aunque para el resto de los humanos pase desapercibido seguro que para esa persona es importante.
Hoy os invito a soñar, porque el cielo puede estar en cualquier lugar y no necesitamos morir para mirarlo.
Brisa Urbana
Gracias J. R. por mostrarme que en el cielo también hay estrellas naranjas envueltas en agua salada y gracias a esas estrellas que iluminan mi vida cuando más a oscuras me siento y que me ayudan a avanzar cuando más lo necesito.
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