¿Vives?
Balanceo mi alma, contemplando el mundo del revés, con fuerza, determinación, confianza, seguridad, compromiso, al fondo una red que creo no necesitar, pero me tranquiliza saberla, late al ritmo de un corazón. Intuyo lo que voy a sentir en el espacio intermedio, siento miedo, deseo verme al otro lado, casi me siento ahí, mis manos en otras manos, a veces las mías, luego sencillamente salto, ya no siento miedo, casi ni siquiera me importa caer, reúno todos los recursos en un solo acto y al saltar siento que estoy volando, a eso se le llama riesgo pero es la única manera que entiendo de llegar hasta donde soy capaz de soñar en este momento.
Mientras viajo en mi propio tiempo, en esas décimas de segundos, minutos, quizás fueran horas o semanas.... , suave, ágil, confiada, me pregunto hasta donde de mi misma soy capaz de saltar, que me falta para lograr mover todo mi ser hacía la nada, para encontrarme con el todo que está por llegar, que me habita.
A veces necesito confiar en alguien para que me haga de espejo, para darme cuenta, el salto es distinto, nuevo, apasionante, rico, dulce, aunque en ocasiones nuestras manos se suelten y caigo a una red en la que algún tiempo estoy totalmente sola, luego el mundo vuelve a colorearse, alguien más transita en mi misma red, un nuevo ciclo se inicia, a eso se le debe de llamar vida.
Brisa Urbana
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