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Claraboya

Hablar sin hablar

Hablar sin hablar

Hablar mirándose a los ojos, adivinándose, sintiendo las palabras antes de escucharlas, intuyéndolas, es poder sentir que aprendes de ti mismo a través de los silencios de la persona con quien te estás comunicando, es una especie de hablar sin hablar en el que se puede decir todo sin apenas decir nada. En esas ocasiones, con esas personas con quien para hablar apenas se necesitan palabras, es cuando más cerca me siento de mi propia voz, esa voz que cuando más resuena, es cuando apenas la oigo.

Hoy me ha venido esa imagen al corazón, la que ilustra el blog, contundente. Me impactó, la fuerza de su mirada, que asocié a nuestra propia realidad. Lo lejanos que nos podemos sentir unos de otros, cuando estamos al alcance de nuestras manos. Darnos la vuelta, avanzar hacía la mirada de alguien, evitaría probablemente la necesidad de generar informes como los que ayer aparecían en las portadas de muchos medios de comunicación. Nuestra salud mental se debilita. Y no damos, con las medidas preventivas para evitarlo.

Quizás sea nuestro corazón el que se está debilitando. La soledad, el virus que se nos contagía, entre tanta comunicación que no se da. Es posible que la medicina alternativa en este caso, tenga uno de los costes más bajos y unos resultados tan altos, tan significativos, que ni siquiera nosotros, tan poco ecológicos y naturales para tantas otras cosas, podamos o deseemos dejar escapar la oportunidad de sanarnos y sanar con ello a otros.

"Date la vuelta"

    Reflejo

Al otro lado, tal vez un ser humano como tú también se la esté dando, mírale a los ojos y escucha su mirada, tal vez las palabras lleguen luego, pero si no aparecen, ten paciencia y vuélvelo a intentar, dicen, que no existe el fracaso, solo existe el aprendizaje, así que anímate y aprende. Yo estoy en ello.

Brisa Urbana 

Autor esculturas: Gustav Vigeland

Fotos: Brisa Urbana

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