Tocar lo intangible
¿Quien no ha tocado alguna vez el aire?
Todos hemos tocado el aire. Lo hemos visto actuar infinitas veces, entre caprichoso, tierno, cálido, bravo, suave, sin escrúpulos, tórrido y fugaz. Lo hemos sentido, paseándose a su antojo, jugando entre caricias con nuestra piel. Podemos disfrutarlo, padecerlo, sentirlo, abrazarlo, pero seguramente ninguno de nosotros, ha logrado atraparlo, es algo intangible, pero muy real.
Igual sucede con nuestros pensamientos, ellos son una especie de aire, cuyos efectos sentimos, pero que a duras penas podemos controlar, tampoco podemos atraparlos, pero si transformarlos. Supongo que somos hijos de un mundo en el que lo material es lo único que parece tener valor, donde una vez más se repite la historia de ver para creer. Somos fruto de la ciencia y quizás aunque pueda parecer contradictorio, dejamos poco espacio para el desarrollo.
Internet supone quizás un cambio en nuestra manera de diferenciar lo tangible de lo intangible, muchos de nosotros hemos aprendido a utilizar esta poderosa herramienta, para comunicarnos, para descubrir que a veces lo intangible, lo que nunca hemos tocado aun, es un ser maravilloso ser humano, a quién no necesitamos ver para creer en él.
Como el aire nos oxigena las entrañas del corazón, es solo un vehículo más para viajar hasta otras personas. Es posible que también sea una forma de comunicarnos donde maquillar nuestra debilidad, nuestros defectos, nuestra soledad, sea más fácil. Sería bueno que fuera un medio y no un fin, pero en cada uno de nosotros está la posibilidad de elegir el uso que le damos y que nos de en lugar de quitarnos. Lo bueno de todo esto es que podemos utilizar su patrón para otros usos en nuestras vidas y así sentirnos más grandes, más libres, más tangibles, más confiables y confiados, en definitiva MÁS.
Brisa Urbana
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