Im-personal

Sin apenas compromiso, menos que nada, porque la nada nos puede delatar, como una página en blanco, sin palabras que la definan, sin sentimientos por demostrar, solo un espacio que te invita a compartir sin arriesgarse al rechazo, como un ser invisible, como un sentimiento, como la soledad que deja de existir al roce de una piel, tal vez de una mirada, que la difumina entre matices.

Ya no quedan dudas, las palabras que no se dicen, son sentimientos que no existen, sinceridad o miedo, todo ello sin ánimo de lucro, no se pueden forzar, porque si violas las normas, pierden su sentido y cada letra es como una punzada directa al corazón.

Sigues la senda y al final intuyes como una especie de luz, brilla, es una sonrisa y te acercas y te sonríes en ella y quitas peso a tus propios sentimientos y te miras en los de los demás y no te acaba de gustar la idea y decides quedarte donde estabas, contigo misma, porque es la única manera de seguir avanzando y te das cuenta de que nada es lo que parece y que en realidad, lo que pudiera parecer un lamento es una especie de carta a la generosidad, al amor.  La felicidad no depende de la tristeza, solo depende de nuestra mirada personal. Hoy soy feliz.

Brisa Urbana

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