Y que nos llamen locos
Por comer cerezas, como si nos fuera la vida en ello, porqué nos va.
Y nos va la pasión y el corazón y la cordura.
Lo mejor de los locos es que hacen locuras, ajenos a las mediocridades de quienes les rodean, siendo capaces de ser ellos mismos porque ya nadie les puede juzgar más allá de la etiqueta que les precede. Crean su propia realidad, el mundo les queda corto, sólo es cuestión de supervivencia romper con los límites establecidos.
Necios o genios, caminan tres pasos por detrás o por delante de la sociedad a contracorriente, sobre su alma voladora, con un corazón que les es fiel, valientes fuera de su miedo. Solos, más allá de quién les acompañe.
¿Quién no ha sido un loco alguna vez?, ¿Quién no se ha sentido atrapado en su libertad y libre en su cautiverio?
Así, mi historia contenida en una simple fruta, como si fuera Eva en mi paraíso particular, me dejo llevar por la dulce tentación que me susurra, cómeme...
Y qué si nos llaman locos.
Brisa Urbana
Imagen: Cedida por P.B. Autor: ¿??
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