Ahora o nunca...
Tenerme respeto, es estar conectada con quién SOY.
Hay veces en las que siento que una pequeña rendición, es como una gran victoria personal, que ni siquiera necesito celebrar o compartir, puede que por pura comodidad, lo confieso...
A todos parece molestarnos en ocasiones el tema de las etiquetas. Que nos etiqueten parece que pueda incluso llegar a coartar nuestra libertad. Si los demás me etiquetan de una manera determinada puede que me sienta obligada a comportarme de esa forma para encajar en la imagen que los demás se hayan podido hacer de mí, aunque yo no me identifique del todo con ella, puede que hasta llegue a acostumbrarme.
Si le pongo un nombre o etiqueta a una emoción consecuencia de una situación al menos durante un tiempo adecuado a la misma deberé mostrar esa apariencia o los demás pueden ponerme otra etiqueta, la de variable.
Y lo que es peor aún, si le pongo nombre a un sentimiento, por ejemplo el de amor, alguien puede malinterpretarlo en el mejor de los casos, porque también puede suceder que genere un compromiso que me de miedo a asumir, o que conlleve demasiados matices que no esté dispuesta a identificar.
Sí, realmente son molestas esas etiquetas que domestican nuestra esencia en demasiadas ocasiones y sinceramente a estás alturas no me apetece para nada ser guardiana de ninguna emoción encarcelada ni propia, ni ajena. Pero he de confesar que en ocasiones, no poner nombre a lo que pensamos, a lo que sentimos, a lo que queremos, a lo que compartimos, me sigue pareciendo una falta de lealtad, hacía nosotros mismos y hacía los demás.
La ambigüedad deja espacio al error y aunque es cierto que una mirada, una caricia, un abrazo puede decir más que ninguna palabra que se haya inventado, a veces me apasiona escuchar lo que esa mirada, caricia o abrazo me quieren decir a través de su nombre. Me gusta que pronuncien el mío con amor.
Así que ahora o nunca, puedes inventar tus propias palabras, pero expresa lo que sientes, yo llevo algún tiempo practicando y mi corazón se siente en paz o al menos siento una sensación que me hace sentir cerca de mí y eso me acerca a ti.
Brisa Urbana
Imagen: Desconozco a su autor (Gracias)
7 comentarios
Clooney -
También en los sentimientos pasa, incluso en las muestras de afecto, tenemos miedo a que sean malinterpretadas, Yo me he hecho el propósito de seguir mi impulso, por eso te digo, Brisa, que te daría un gran abrazo por lo mucho que me he identificado con tu escrito.
Brisa -
Me encanta inventar palabras y siempre reinventarme aunque la base sea yo misma :) Más bien soy un ser en continuo reciclaje jajaja
Ese abrazo ha estado genial HACHE, así que otro igual para ti :)
Brisa -
Y me parece muy interesante, porque las palabras son símbolos y los símbolos adquieren su poder a partir de cuanto y como los utilizamos.
Imagino que por eso, a veces simplificamos y solo con ser somos y decimos.
Un abrazo gigante y muchas gracias...
Hache -
Con lo que dices de las etiquetas, quienes me conocen, saben que más que poder etiquetarme, me las invento, al igual que hemos de reinventarnos en cada amanecer.
En esta nueva etapa creo que trataré pasar de lo filosófico, como antaño a lo inminentemente práctico, si es que las letras pueden serlo, si no van acompañadas de actos, cotidianos o complejos.
Como siempre, un placer leerte, y un fuerte abstracto abrazo.
Alf -
Pero tambien creo que es la fuerza o energia que hay detras de la palabra, por quien la dice, o por nosotros mismos es lo que nos limita o condiciona.
Una palabra vale por el sentimiento que le ponemos detras....por la impronta que la energia que usamos le da.
Tal vez haya que estar atentos a la energia detras de cada palabra.
A veces sin decir nada, ni hacer nada podes demostrar amor.El amor solo surge de un ser amoroso sin decir nada o diciendolo.
Muy lindas palabras Brisa,,,un abrazo grande
Brisa -
Un abrazo.
ojodefuego -
A veces, es difícil llevar relaciones si no sabes ceder, pero no es bueno ceder siempre, porque como tú dices te acaban poniendo la etiqueta y te la acabas creyendo...
Besos