La Claraboya
El Sol y Brisa habían sido muy amigos cuando ella era una niña, a Brisa le gustaba la calidez del sol cuando la acariciaba, le gustaba su color amarillo parecido al de su pelo, le gustaba cuando se filtraba a través de la claraboya de su habitación para despertarla, recordándole que había comenzado un nuevo día, y también le gustaba jugar al escondite con él, intentándole descubrir escondido entre las nubes, a través de pequeños rayos que se escapaban incapaces de estar quietos.
Durante mucho tiempo se hicieron amigos inseparables, Brisa lo encontraba a faltar sobre todo cuando las nubes se enfadaban, se oscurecían y se peleaban entre sí, disputándose su amistad con gran estruendo, y el sol dejaba caer sus lágrimas en forma de lluvia. En esos días, a ella le gustaba dejarse empapar por su agua para demostrarle al sol cuanto le apreciaba.
Por las noches cuando el sol se retiraba a descansar, dejaba a su amiga la luna para que vigilará sus sueños, por eso Brisa nunca tuvo miedo a la oscuridad, se sentía segura al percibir un rayo de luz y de esperanza en forma de amistad entrando por su ventana redonda.
Pero un día casi si darse cuenta Brisa se hizo mayor, empezó a hacer amigos nuevos, conoció a alguien especial, cambio de habitación y en su nueva habitación no había claraboya, sólo una ventana convencional, por donde el sol y la luna a veces se lastimaban al entrar, Brisa estaba cada vez más ocupada y poco a poco su amistad se fue enfriando y acabaron distanciándose.
La oscuridad quiso hacerse su amiga, pero a Brisa no le gustaba, por eso decidió instalar una claraboya virtual, para que los rayos de luz pudieran filtrarse a través de ella como cuando era una niña.
Brisa Urbana
Durante mucho tiempo se hicieron amigos inseparables, Brisa lo encontraba a faltar sobre todo cuando las nubes se enfadaban, se oscurecían y se peleaban entre sí, disputándose su amistad con gran estruendo, y el sol dejaba caer sus lágrimas en forma de lluvia. En esos días, a ella le gustaba dejarse empapar por su agua para demostrarle al sol cuanto le apreciaba.
Por las noches cuando el sol se retiraba a descansar, dejaba a su amiga la luna para que vigilará sus sueños, por eso Brisa nunca tuvo miedo a la oscuridad, se sentía segura al percibir un rayo de luz y de esperanza en forma de amistad entrando por su ventana redonda.
Pero un día casi si darse cuenta Brisa se hizo mayor, empezó a hacer amigos nuevos, conoció a alguien especial, cambio de habitación y en su nueva habitación no había claraboya, sólo una ventana convencional, por donde el sol y la luna a veces se lastimaban al entrar, Brisa estaba cada vez más ocupada y poco a poco su amistad se fue enfriando y acabaron distanciándose.
La oscuridad quiso hacerse su amiga, pero a Brisa no le gustaba, por eso decidió instalar una claraboya virtual, para que los rayos de luz pudieran filtrarse a través de ella como cuando era una niña.
Brisa Urbana
7 comentarios
Brisa -
Un besito
felipe -
Brisa -
Aida. Gracias, por tu mensaje
aida -
juglar103 -
Bienvenida a la blogosfera (oficialmente). Un honor estar enlazado en la claraboya.
Brisa -
Joaquin -