Mirando al infinito
Agazapada en una tenue sonrisa de jadeos apenas audibles, con la mirada perdida en ese murmullo de tu miedo, que pegajoso, empieza a transpirar por mi piel, quedando adherido a ella como un mal recuerdo.
Cierro la puerta. Sin portazos que identifiquen mi frustración. Sin lamentos que evidencien la tristeza que recorre enrojecida mis venas. La cierro en una mezcla de suavidad y firmeza -Así ha de quedar- Afirmo sin palabras.
Perdida entre miradas desconocidas que emergen desafiantes a cada nuevo paso, siento que, lo mejor está por venir. Alguien se detiene a pocos centímetros de mi boca, solo veo una especie de torso bien esculpido, me temo que he elevado a públicos mis pensamientos y en la escalada hasta su mirada, una cálida y firme mano impide mi caída al abismo en el siguiente paso. Es la tuya. Has regresado y tu perfume ahora resulta irresistible. Hueles a infinito, como si de mi mirada se tratara, con su halo de esperanza. Continuará....
Brisa Urbana
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