Sin resistencia, resisto
Hay un momento en el que hasta el árbol más frondoso, cesa en su misión de producir sombra al caminante. Es algo que traspasa la propia voluntad, es una simple cuestión de ciclos, las hojas caen y hay que esperar la primavera para renacer.
Hoy sentía algo parecido, como esa tempestad que precede a la calma, como si por unos instantes se agotaran los nutrientes de mis raíces. He necesitado detenerme a observar. Conocer el proceso, no lo hace menos único, ni menos sorprendente.
Mi corazón late deprisa hasta doler. Mi lenta mirada, me ha regalado un momento de tranquilidad. Sigo conectada a las raíces de mi corazón, fiel a su esencia y su flujo incesante sigue transitando hasta mi espíritu, a pesar de esa sensación de sed que ralentiza mis movimientos.
La tierra sigue ahí, como una madre que te acompaña en los momentos difíciles, como ese amigo que sin palabras, toca tus manos y a través de ellas te toca el corazón y tu simplemente dejas que todo suceda, sin oponer resistencia, en la seguridad de que el próximo ciclo está por llegar y sigues adelante en tu proceso de vida.
Brisa Urbana
Imagen: Ana Toledo. Gracias a su autora.
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